José Linares

ALBERT EINSTEIN, ADEMÁS de un genio de la Física, fue creador de máximas contundentes aplicables a toda ocasión. Quizá una de las más famosas es esa que dice que “la mente es como un paracaídas: solo funciona si la tenemos abierta”. Y una segunda que parece complementaria para efectos de este artículo es que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Y en el Perú lamentablemente lo que estamos haciendo en el tema educativo por décadas es más de lo mismo. Queremos cambios en los resultados (mejores rendimientos de aprendizaje en las pruebas Pisa para que nos saquen de coleros), pero insistimos en lo mismo.

El corazón del problema –que es la formación de nuestros docentes– no ha sido tocado hasta ahora a nivel de política pública; por lo que es necesario incluirlo en el debate electoral.

El período que va entre 1990 y 2003 fue el boom de las instituciones de formación docente, explicadas principalmente por el crecimiento súbito de los institutos de formación docente de iniciativa privada. Para luego a partir del 2003 caer en picada como efecto de una saturación del mercado. El boom no fue antojadizo. De hecho respondió al objetivo estatal de universalizar la educación primaria.

No es difícil concluir que durante el período del boom los institutos de reciente fundación echaran mano para conformar sus respectivos planteles docentes de profesores poco calificados. Después de todo, el Estado no sería muy meticuloso con su reclutamiento. Y el mercado no proporcionaba los profesionales adecuados. Institutos y Estado miraron hacia otro lado en un acuerdo implícito y fue con este convenio oculto que creció una inmensa cantidad de docente poco preparada.

Las secuelas de este boom se evidencian en la existencia de decenas de miles de docentes egresados que no aplican su profesión y en la deficiente calidad con la que egresan. Hugo Díaz (2015), por lo pronto, expresa que 170,000 maestros “postulan a cuanto concurso de contrato o nombramiento se organiza”.

Y respecto a la calidad con la que son formados, revela que en evaluación realizada en el 2013 demostraba que los estudiantes de los institutos superiores pedagógicos públicos que concluían la carrera mostraban graves deficiencias. En matemática, por ejemplo, el 74% tuvo el más bajo desempeño y en el área de comunicación solo el 8.1% registró

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