José Linares

Después de la elección presidencial viene el proceso de transferencia de gobierno, el cual ya está previsto desde el 20 de mayo con la Directiva de la Contraloría General de la República Nº 006-2001-CG/INTEG “Rendición de Cuentas y Transferencia de Gestión en las Entidades del Gobierno Nacional“, la misma que busca garantizar una sucesión eficiente de la gestión y asegurar la continuidad de la prestación de los servicios públicos de 18 ministerios, Presidencia del Consejo de Ministros, Congreso de la República, gobiernos regionales, municipales y otros; y facilitar las condiciones para la gobernabilidad con información cierta; identificando los retos pendientes que hoy en día son de extrema urgencia, considerando que el Perú vive una profunda crisis de orden sanitario, económico, social y político.

Como sabemos, el gobierno saliente ya está preparando la transferencia desde hace 20 días, y sería pertinente que convoque a las dos fuerzas políticas participantes en la segunda vuelta, para tratar el tema de la vacunación de toda la población, buscando que concluya a fin de año.

Ello requerirá de una estrategia común frente a la alta mortalidad (la más grande que existe en el mundo), promedio de 10,000 muertos por mes, lo que requiere pasar de 70,000 a 300,000 vacunados diarios, para lo cual debería involucrarse a la Fuerza Armada y a jóvenes universitarios, previa capacitación, así como se ha hecho en los Estados Unidos; porque no existe nada más importante que la vida de los ciudadanos.

Esto debería ser un acuerdo principal de Gobernabilidad frente a la pandemia, para controlar la crisis sanitaria, con lo cual de inmediato se estabilizaría la economía y daría una señal de racionalidad democrática del gobierno futuro, que permita tranquilizar a los agentes económicos, independientemente del tiempo que demore el resultado electoral; al final tendremos un gobierno democrático y de ancha base.

Debido a las graves circunstancias, es recomendable, finalmente, que los representantes del nuevo gobierno en las comisiones de transferencia (receptoras) sean seleccionados como futuros ministros o viceministros para ganar tiempo y, desde antes de jurar el cargo, puedan ir trabajando las nuevas políticas públicas necesarias para la emergencia, elaborando un diagnóstico y propuesta para su sector.

Para seleccionar a tan altos funcionarios, es necesario considerar su conocimiento del sector y su expertis político, que manejen herramientas digitales para comunicarse y tomar decisiones y, sobre todo, que estén lo más alejados posible de la corrupción. De esta manera, los mensajes de lucha contra este terrible flagelo durante la campaña, serán coherentes.

Con esto, sus ministros no serán vulnerables rápidamente o, en todo caso, se hará difícil cualquier proceso de censura, independientemente de la mayoría parlamentaria.

Con la conformación de las comisiones de transferencia, el nuevo gobierno debería ir revisando su plan de acción de corto plazo, sobre todo en temas transversales sensibles a su agenda, como el abordaje de la crisis sanitaria, la reactivación económica, la generación de empleo, el financiamiento del presupuesto público, particularmente del endeudamiento externo y el déficit fiscal y las medidas de integridad que aseguren la relación calidad precio en las adquisiciones del Estado.

Se deberán priorizar los financiamientos de programas que impliquen inversiones en actividades a los que la propia población pueda acceder a través de nuevos empleos, que les generen ingresos inmediatos. Será vital la coordinación con el Centro de Gobierno, es decir la Presidencia del Consejo de Ministros, el sector Economía y Finanzas, y también con los sectores vulnerables de Salud y Educación.

Para el caso de la educación, hay que seleccionar infraestructura, para un contexto de educación mixta, que permita asumir doble turno, con una jornada escolar presencial y otra a distancia, con uso de herramientas digitales con internet.

En Salud, determinar las necesidades de camas UCI, Oxígeno y recursos humanos, teniendo en cuenta que en un contexto de vacunación masiva, necesariamente disminuirá la demanda de algunos de ellos.

Por Eco José Linares Gallo

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