Por Eco. José Linares Gallo
Previsiones:
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha recortado su previsión sobre el crecimiento económico del país para 2015, ante una posible disminución en la inversión pública, que afectaría el avance del sector de la construcción.
En el mes de mayo, el BCRP estima que la economía peruana podría crecer este año un 3,9%, frente al 4,8% que se había proyectado en el mes de enero. Mientras espera que para el año 2016 haya una expansión de 5,5%, menor al 6% previsto anteriormente. Recordemos que el crecimiento del PBI en el año 2014 fue de 2.4% y que la economía peruana desde el 2010 en adelante viene creciendo cada vez menos (8.5 % en 2010, 6.5% en 2011, 6.0% en 2012, 5.8% en 2013 y 2.4% en el 2014).
Estos estimados del BCRP coinciden con las proyecciones del Ministerio de Economía y Finanzas publicadas a finales del mes de abril, a través del Marco Macro Económico Multianual 2016-2018 (aprobado en la sesión del Consejo de Ministros del 28 de abril de 2015), en medio de políticas expansivas para contrarrestar los efectos de la caída de los precios de las materias primas. Así como la apreciación progresiva de la tasa de cambio, que puede generar presiones inflacionarias que también podría reducir el poder de compra de los ingresos y frenar la demanda interna.
Esta revisión de la Tasa de crecimiento de la economía, ponen de manifiesto la fuerte presencia de incertidumbres, tanto internas como externas, que vienen incidiendo en revisiones hacia la baja de dicha tasa.
Un sector clave para esta última revisión de la tasa de crecimiento es la previsión del comportamiento a la baja en el crecimiento del sector construcción, donde el BCRP rebaja su proyección desde el 5,7% hasta el 1,9%., como consecuencia de una menor inversión pública prevista para este año, en torno al 2%.
En términos generales, el MEF consideraba que la recuperación de la tasa de crecimiento de este año se sustentaba en (i) la recuperación de los sectores primarios, (ii) el impulso fiscal contracíclico, principalmente del Gobierno Nacional, a través del aumento de gasto y reducción de impuestos y, (iii) la ejecución de megaproyectos de infraestructura; esto, en un entorno internacional desfavorable. Asimismo, considera un impacto moderado del Fenómeno del Niño sobre la agricultura y una recuperación de los sectores pesca y manufactura primaria gracias a la mejora en la captura de anchoveta durante el primer semestre del año. Así como, el mayor crecimiento de la minería metálica que estaría sustentado en una mayor producción de cobre, gracias al mayor crecimiento de Toromocho, la recuperación de leyes de Antamina, la culminación de trabajos para ampliación de Cerro Verde (hasta aquí actividades en plena producción) y el inicio de operaciones del proyecto Constancia, que todavía está por iniciarse.
Avances:
Sin embargo, el BCRP evalúa que durante el primer trimestre de 2015 el PBI registró una leve recuperación al pasar de 1,0 por ciento en el cuarto trimestre a 1,7 por ciento. El PBI de los sectores primarios (agropecuario, pesca, minería e hidrocarburos y manufactura primaria) pasó de una caída de -7,3 por ciento en el cuarto trimestre a una tasa de 0,6 por ciento. Pero, el PBI no primario continuó desacelerándose en el primer trimestre al pasar de 3,2 por ciento a 2,0 por ciento. La producción de electricidad mostró cierta mejora en los meses de marzo y abril, siendo la tasa del mes de marzo (5,6 por ciento) la más alta observada en los últimos 12 meses. Mientras el consumo interno de cemento presentó una caída de 1,5 por ciento en el primer trimestre, principalmente por un menor dinamismo del sector construcción en las zonas norte y sur del país.
Los sectores que mostraron una menor producción en el primer trimestre fueron pesca (-9,2 por ciento), hidrocarburos (-4,2 por ciento), manufactura primaria (-11,1 por ciento), manufactura no primaria (-3,1 por ciento) y construcción (-6,8 por ciento). Los orígenes de estas caídas fueron los choques climáticos que afectaron a los sectores primarios y la menor inversión privada que afectó a la construcción y a la manufactura no primaria. A su vez, la manufactura no primaria se vio afectada por el impacto negativo de una menor demanda externa de confecciones.
A pesar del resultado del sector pesca para el primer trimestre del año, se mantiene la proyección de crecimiento del sector para el año 2015 (17,2 por ciento), debido a que se espera una fuerte recuperación en la extracción de anchoveta durante el segundo trimestre del año. Específicamente, para la primera temporada de pesca de 2015, que se inició el 9 de abril, se fijó una cuota de captura de anchoveta de 2,58 millones de toneladas, similar a la cuota fijada para la primera temporada de 2014 (2,53 millones de toneladas). Sin embargo, a diferencia de los resultados observados el año anterior, para 2015 se espera un porcentaje de captura del 100 por ciento de la cuota frente al 68 por ciento de extracción observado durante 2014. Esperemos que parte de esta riqueza influya en la disminución de la desnutrición crónica de nuestra infancia.
Riesgos para la economía peruana:
Aún cuando la economía peruana, tiene un potencial y capacidades para retomar un crecimiento más sostenido, hay que tener en cuenta riesgos importantes que la pueden afectar.
En el contexto externo se espera que continúe presentando riesgos a la baja, asociados a posibles menores términos de intercambio, una desaceleración del crecimiento en China o turbulencias inesperadas en los mercados financieros mundiales. La incertidumbre sobre incrementos de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos y sus impactos en el mercado de capitales, la apreciación del dólar norteamericano, la continuación de la política monetaria expansivo por parte del Banco Central Europeo, el estancamiento de las economías europeas¸ el mayor crecimiento de los Estados Unidos y la menos demanda externa china, asociado a su menor crecimiento (7%).
En el contexto interno existen riesgos, en términos generales el débil crecimiento de la inversión, tanto pública como privada (aún cuando el BCRP espera una expansión de 3% en la inversión privada, y una mayor ejecución de la inversión pública tanto a nivel del Gobierno Nacional como en las Regiones); y por la incertidumbre a raíz del próximo proceso electoral.
Pero también existen riesgos internos, la previsión de crecimiento podría verse afectada a la baja de darse un crecimiento más débil de la inversión y por la incertidumbre a raíz del próximo ciclo electoral. Asimismo, el débil impacto reactivador de la política económica, donde se han realizado esfuerzos para permitir un traspaso más completo de los menores precios mundiales del petróleo y los alimentos a los precios internos, pero aún no tienen el impacto necesario. Incluso algunos actores económicos privados y de la ciudadanía, muestran preocupación por el liderazgo del gobierno en un genuino esfuerzo de reactivación.
Recomendaciones:
Para lograr avances en el proceso de crecimiento 2015, y no llegar a fin de este año a tasas de 3% de crecimiento anunciadas por varios agentes del sector académico, pensamos que será necesario, en primer lugar, reforzar la ejecución de la inversión pública, dada su mayor efectividad para estimular el crecimiento tanto en el corto como a largo plazo, sin sacrificar la calidad de las compras.
Será importante incorporar las asociaciones público-privadas en la planificación presupuestaria a mediano y largo plazo y reglamentar las adecuadamente para que constituyan una verdadera herramienta de consolidación del dinamismo de las inversiones, sin liberar al Estado de sus obligaciones en sectores vulnerables como salud y educación. Se asume el inicio de grandes proyectos de inversión como la Línea 2 del Metro de Lima, el gasoducto, y el aeropuerto de Chincheros entre otros, realizados bajo la modalidad de Asociación Pública-Privada.
Asimismo, es necesario un clima de paz social y económica a través del diálogo y el consenso en el emprendimiento de esfuerzos de desarrollo nacional, y de articulación de la infraestructura del país.
Finalmente, deben evitarse los aumentos del gasto corriente no prioritario, dada la necesidad de financiar reformas estructurales, incrementar las asignaciones destinadas a inversión en capital físico y humano, y proteger los programas sociales focalizados.