José Linares

En febrero, el Gobierno reiteró que el inicio de las clases presenciales y semipresenciales se dará a más tardar el 28 de marzo, en el marco del sistema curricular vigente y la actualización de la Ley General de Educación.

Se indicó que se está enfrentando el problema de la falta de conectividad recurriendo a nuevos proveedores, sobre todo en las zonas rurales. También se dijo que, este año, se distribuirán 320,000 tabletas que beneficiarán a más de 16,000 colegios públicos en localidades de extrema pobreza; con lo cual se procura cerrar brechas tecnológicas entre la educación rural y urbana, utilizando herramientas e infraestructura tecnológica en el proceso de aprendizaje.

Se espera que todas las instituciones educativas del país inicien clases presenciales o semipresenciales, pero sólo el 11% de los niños de entre 5 y 11 años se encuentran con dos dosis de la vacuna y el 42% solo tiene una, a diferencia del inicio de clases en universidades e institutos, donde es obligatorio acreditar vacunación completa. Aunque la vacunación no es un prerrequisito para el inicio de las clases escolares, corresponde al Estado y a los medios de comunicación, informar a los padres de familia sobre los graves riesgos de contraer la covid-19 y sus variantes en caso de no vacunar a sus niños.

De las casi 55 mil escuelas a nivel nacional, 21,718 (aproximadamente 40%), principalmente en las zonas rurales, no cuentan con las condiciones adecuadas de infraestructura (poniendo en peligro a más de un millón de estudiantes frente a un sismo), y su rehabilitación demandará un presupuesto de 111,000 millones de soles (Minedu). Este problema, acumulado las últimas tres décadas, ha pasado desapercibido porque los colegios públicos no requieren de certificados de Defensa Civil, a diferencia de los colegios privados y de las demás actividades públicas y privadas.

El aforo en cada centro educativo, de acuerdo con las normas vigentes, requiere de un distanciamiento físico de un metro entre los estudiantes, lo que lo reduce en un 50% aproximadamente. Esta problemática se acrecienta debido a que una parte significativa de los colegios se encuentra en condiciones de riesgo estructural, sumado al traslado de estudiantes desde los colegios privados como consecuencia de la pandemia. Corresponde a los directores de las instituciones educativas, determinar, de acuerdo con su realidad, el tipo de servicio educativo a brindar (presencialidad, semipresencialidad, o a distancia).

Para el caso de la educación semipresencial sería recomendable generar dos grupos en cada aula, que asistan dos días por semana, distribuyendo sus horas de clase presencial en 4 horas de matemática, 3 horas de comunicación, 4 horas de ciencia y tecnología, y 3 horas de educación física (para reforzar su salud física y socioemocional). Los tres días restantes serían a distancia, para el desarrollo de las demás áreas curriculares.

El sector educativo necesita formar a las nuevas generaciones, nativos digitales, con acceso a aulas inteligentes, tareas inteligentes, preguntas y respuestas en línea, enseñanza en línea, y con un mejor acceso a la información. Por ejemplo, la educación a distancia debe disponer de aulas virtuales interactivas, con animaciones lúdicas, videos profesionales, softwares de construcción digital y programación, y autoevaluaciones que permitan a los estudiantes aprender de forma autónoma.

Recordemos que de acuerdo con la prueba PISA, China es hoy la primera educación del mundo. Y está programando un proceso de digitalización de la educación a través de distintas plataformas en la nube de su red nacional de escuelas de educación básica. La educación actual requiere de herramientas informáticas con contenidos digitales, tanto en la presencialidad como en la educación a distancia.

Nos queda un gran reto. Invertir 111 mil millones de soles en nueva infraestructura para brindar educación presencial, no asegura educación de calidad. Hasta el 2019, de acuerdo con PISA, lamentablemente no hemos alcanzado buenos resultados. Por otro lado, invertir en un proceso de digitalización de la educación, asegura a nuestros niños, nativos digitales, desarrollar todas las competencias necesarias para enfrentar al mundo, cada vez más digital, que les toca vivir.

Por ECO. José Linares Gallo

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