Por Eco. José Linares Gallo
El crecimiento económico
Desde hace más de una decada el Perú muestra una tendencia positiva de crecimiento económico que sin embargo se viene ralentizando en los últimos años.
Propuesta PPK
Esta ralentización de la economía está fuertemente vinculada a i) aspectos estructurales de la economía peruana, ii) fuertes debilidades institucionales y iii) escasa capacidad de su capital humano de manera que reformas encaminadas exclusivamente a 1) bajar progresivamente el IGV en un punto porcentual anual hasta llegar a 15%, 2) disminuir el impuesto a la renta al 10% y 3) impulsar el gasto público mediante un plan de obras por 70 mil millones de dólares pueden probablemente reactivar la economía; pero de ninguna manera nos pondrán en la ruta del desarrollo sustentable. A mi juicio la propuesta de PPK es aún cortoplacista.
Posición competitiva
El ranking de posición competitiva al 2015 muestra al Perú en el puesto 65 de 144 países bajando así en 4 escalones respecto al año anterior. Sin embargo el Perú parece aún gozar de un buen clima macroeconómico ya que este indicador ubica a nuestro país en el puesto 21. En cambio en capacidad tecnológica nos encontramos en el puesto 92; en salud y educación, en el puesto 94; en innovación, en el puesto 117; y en el aspecto intitucional en el puesto 118
Institucionalidad
La debil institucionalidad (puesto 118 de 144) es consistente con los resultados de las encuestas efectuadas en el sector empresarial referidas a la identificación de los mayores problemas que inoportunan el clima de negocios en el Perú.

En efecto en la tabla de arriba los primeros tres mayores problemas identificados en el Reporte de Competitividad Global 2014-2015 para el Perú están fuertemente asociados con nuestra debilidad institucional: i) ineficiencia de la burocracia gubernamental ii) corrupción iii) regulación laboral restrictiva.
Educación, capital humano e institucionalidad
Las carencias institucionales que inoportunan el clima de negocios en el Perú están fuertemente vinculadas a nuestras debilidades educativas: 40 años de crisis educativa nos pasan la factura explicando: i) la baja calidad de nuestra burocracia (según CEPAL, la más pobre de la Región); ii) nuestra pobreza innovativa (puesto 94) y iii) nuestra baja sofisticación en los negocios (puesto 72). Igualmente nuestra baja calidad de educación impide la generación de una masa crítica de presión social que induzca la instauración de modelos de auténtica rendición de cuentas que traigan como consecuencia final la reversión de la corrpción. Pero sobre este tema que incide en el desarrollo a mediano y largo plazo, aun no hay propuesta.