En la sede de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en Lima, el 29 de agosto, se reunieron los presidentes Petro de Colombia, Luis Arce de Bolivia, Guillermo Lasso de Ecuador, y Pedro Castillo de Perú para la XXII Reunión del Consejo Presidencial Andino y para trasladar la presidencia pro témpore de la comunidad al Perú, cargo que se traslada anualmente a cada país miembro.
La CAN fue creada en 1969 con el Acuerdo de Cartagena con participación de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Durante el gobierno de Pinochet, Chile se retiró de la comunidad. Sin embargo, desde el 2006, ha vuelto como país asociado y desde el 2015 es miembro permanente del Parlamento Andino.
La CAN es sin duda el mecanismo de integración más sólido de la región andina, es un proyecto que ha sabido adaptarse, evolucionar y crecer, teniendo ya una vigencia de más de 50 años.
A pesar de este tiempo, le falta generar proyectos de envergadura macrorregional, que consoliden una integración económica y geopolítica.
En la XXII Reunión del Consejo Presidencial Andino se suscribió la declaración del evento, donde se expresó la preocupación sobre los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia y la voluntad de buscar soluciones conjuntas para superarlos.
Coincidieron en la importancia de fortalecer la cooperación internacional y regional para reducir las tasas de pobreza, desigualdad, inseguridad alimentaria y desempleo, y a facilitar y digitalizar el comercio e implementar la Agenda Digital Andina, entre otros temas. Manifestaron su satisfacción por la creación del Grupo de Género y Comercio, que permitirá el empoderamiento y autonomía económica de la mujer.
También expresaron su satisfacción por la creación del Comité Andino de Autoridades Gubernamentales sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. Algo que, en la zona quechua, solo puede lograrse mediante la Alfabetización tecno-digital en quechua y español, lo que permitirá mejorar significativamente la productividad y disminuir la pobreza de los quechuahablantes de la región.
Según el estudio de la CEPAL “Perspectivas de sostenibilidad energética en los países de la Comunidad Andina”, alrededor de 28% de la oferta total de energía en la Comunidad es renovable y sostenible.
La hidroenergía representa el 75% de las energías renovables (gracias a la Cordillera de los Andes); y hay 267,000 MW de capacidad hidroeléctrica disponibles, cerca de 10% del potencial hidroeléctrico del mundo.
Hay fundamento para progresar en una agenda andina de uso de energías renovables y limpias, cumpliendo con el compromiso internacional de 0 emisiones netas de carbono para el 2050.
Para nuestro país la CAN es importante, pues nos brinda la posibilidad de generar negociaciones en bloque con otros países, lo cual genera mejores oportunidades que las obtenidas con los distintos TLC que firmamos individualmente. Debemos disponer de una agenda común, priorizada a los intereses de cada país. Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), el otro bloque de integración latinoamericana, tiene pendiente de aprobación un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, con lo cual se descarta que cualquiera de sus países miembros tenga interés en ingresar a la CAN, la cual debe mantener su naturaleza andina.
Es urgente que los empresarios de Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia se comprometan aún más con el desarrollo de la región. El 2012 se iniciaron los Encuentros Empresariales Andinos, y a la fecha se han realizado once.
Se debe considerar que las integraciones multinacionales necesariamente deben nacer de acuerdos económicos, y no de políticos, para que sean efectivos y tengan vigencia en el tiempo.
Recordemos que el proceso de formación de la Comunidad Europea (1993) se inició con el proyecto ESPRIT, que articuló toda la información económica de sus países miembros. Es lo mismo que debería hacer la CAN. Un proyecto donde centralice toda la información económica para que determine cómo articular los intereses económicos de sus miembros.
Se debe considerar que China es el principal socio comercial de la CAN, ya que en 2021 fue el principal receptor de las exportaciones andinas (20%) y nuestro principal proveedor de importaciones (25%); y también está generando un megapuerto en Chancay, el cual traerá beneficios a Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, mejorando la productividad del comercio exterior, en particular para el Perú, pues actualmente existe un sobrecosto para las embarcaciones que entran al Callao, debido al deterioro de su infraestructura, por lo cual este megapuerto mejorará las condiciones comerciales y contribuirá a la integración de toda la región andina.
Por ECO. José Linares Gallo